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.Las torresrequiere superprotección?actúan como piezas superprotectorasEn el diagrama 128, después de:lS.ýÿadl ýÿae8,siguió una maniobra que parecía inapropiada,l6.2"í:d2 y 1 7.2"í:fd l.¿Por qué? Porque la damaen "d3" (y quizá el peón de "d4") es la clavede la posición blanca y, por consiguiente, 10indicado es la superprotección.En realidad,tras algunas jugadas, las dos torres demues­tran ser combatientes muy serviciales, puesprotegen a su rey de forma admirable.16.ýÿd2 ýÿgS 17.ýÿfdl a7! ! 18.f4 fS19.1iJbS b8Ahora debería haberse jugado 2"í:e2 y 2"í:de 1 ,Aquí las torres blancas no actúan como piezascon lo que las piezas superprotectoras se ha­superprotectoras, sino que son un ejemplo debrían visto recompensadas.defensa pasiva de un punto débilLa segunda observación es que la regla dela superprotección se aplica de la forma másEn el primero, las torres protegen la basenatural a puntos particularmente fuertes, a ca­débil de la cadena de peones (toda base así sesillas centrales importantes, susceptibles deconsidera, de algún modo, débil, puesto queser atacadas, con erza a ertes casillas decarece de la defensa más efectiva de un peón).bloqueo o a fuertes peones pasados.Los pun­Con todo, esta protección re erza el peón detos débiles ordinarios no deberían ser super­ "e5", ya que, como sabemos, reforzar la baseprotegidos bajo ninguna circunstancia, ya que supone, al mismo tiempo, reforzar toda la ca-144 EL EGO DE POSICIÓN dena.Pido al lector que vuelva a reproducir diosa obligación de impedir que el contrariomi partida con Tarrasch (n° 1 8), en la que, tras gane el peón de "d4".En otras palabras, la dis­superproteger la casilla "d4", logré un erte posición de la superprotección, en el caso delataque que condujo a la victoria.El alma del diagrama 129a, no supone ningún plan turoataque e el peón de "eS", que podía "con­ de ataque (en marcado contraste con el dia­fiar" plenamente en su compañero de "d4", grama 129) y, en consecuencia, sólo existeque por entonces gozaba de muy buena salud.una disposición pasiva de las piezas defenso­Por otra parte, en la posición del diagrama ras.Recapitulando, la ley de la superprotec­129a, no existe el peón de "eS" y, por con­ ción se aplica, en general, sólo a los puntossiguiente, el papel que las torres blancas juga­ ertes.Los puntos débiles sólo requieren su­rían queda muy restringido.En realidad, del perprotección en aquellos casos en que pue­papel responsable no queda nada salvo la te- den reforzar otros puntos ertes.4 La profilaxis y la movilidad colectiva de una masa de peones constituyen elpostulado principal del juego de posición tal como lo entiendoEn última instancia, el juego de posición no Las blancas optan por un avance generales sino la lucha entre la movilidad (de una ma­de peones y dejan a uno de ellos ensa de peones) por un lado, y los es erzos decasa, de niñera.¿De qué modo?restricción, por otro.En esta lucha tan com­En el diagrama 1 30, podríamos esperarpleja, la profilaxis, aunque esencial, no pasaque, antes o después, se produjese el avancede ser un medio para lograr el objetivo.del peón "d" a "d4", a fin de desembarazarseEs de la mayor importancia procurar la mo­del peón retrasado.En la partida, sin embargo,vilidad de nuestra masa de peones, pues unase jugó correctamente:masa móvil puede causar un efecto devasta­17.f4 V!fe7 18.e4! ýÿc6 19.94dor en su ansia expansiva.Esta movilidad noDiagrama 1 30a, y las blancas ganaron fá­siempre se conjura por la presencia de uncilmente (véase partida nO 23, al final de estepeón que tal vez no ha avanzado al mismo ni­capítulo).vel que el resto del avance conjunto.Ese peónretrasado puede, por ejemplo, utilizarse comoprotector de sus amigos adelantados.En el ca­so de una masa móvil debemos, por tanto,buscar la movilidad colectiva, y no la indivi­dual de cada peón.1 30Los peones "e", "r' y "g", con el apoyo delalfil en la diagonal "b2-h8", forman lastropas de asalto.Con el avance "d2-d3 ",las blancas protegen "c4" y "e4"En la partida Nimzovich - RubinsteinNimzovich - Michel(Dresde 1 926), no me apresuré a despren­Semmering 1 926derme de mi peón retrasado.Así, después deINTRODUCCIÓN AL JUEGO DE POSICIÓN Y EL PROBLEMA 145DEL CENTRO A DISTANCIA las jugadas de apertura: da por el alfil de "c4".(Esta partida puedel.c4 cS f6 3.c3 dS 4.cxdS xdS verse como apéndice del capítulo siguiente).S.e4 b4 6.c4 e6 7.0-0 bc6, Espero que el buen trato dispensado alsi las negras hubiesen hecho 7.a6, no me peón retrasado nos valdrá la simpatía de máshabría apresurado a efectuar el avance del de un jugador de ajedrez.Algunos lectores,Wxd4 por otra parte, habrán pensado que nuestra leypeón "d", ya que 8.d4 cxd4 9.Wxd4c5 xd4 c2 de la superprotección es demasiado rigurosa,1 0.xd4 1 1.e3 12.xd4 !xd4 14.1'l:xd4 c6 1 5.1'l:d2 b5,así que nos hemos visto obligados a compen­1 3.1'l:adlsarla.La mayoría de los aficionados se sienteseguido de.b7 y.'tJ e7, sólo habría con­incómoda cuando su espacio para maniobrarducido a un juego igualado.Más bien, me ha­es restringido, y más aún cuando alguien lebría decantado por 8.d2-d3 (caso de 8.a3c6), y tras el desarrollo de mi alfil por "e3" recomienda que sobreproteja una casilla mis­teriosa, que ni siquiera está atacada.A talesy de mis piezas mayores, optaría por la prepa­lectores, nuestro amable trato del peón retra­ración de un ataque.sado puede servirles de consuelo.8.d3 d4De otro modo, 9.a3.Ahora pasaremos nuestra atención hacia9.xd4 cxd4 10.e2una región terrible en la que el aficionado, y aLas blancas lograron, después del avanceveces también el maestro, suele extraviarse: el-f4, una masa móvil de peones, bien apoya- centro.S El centro.El error típico y reiterativo de una insuficiente vigilancia delterritorio central.El centro: los Balcanes' del tablero.El popular, pero dudosotraslado del ataque del centro a los flancos.La invasión del centro.La ocupa­ción de casillas centralesEs del dominio público que en ciertas posi­ Un nuevo ejemplo lo tenemos en la apertu­ciones es preciso dirigir nuestras piezas contra ra de la partida Capablanca - López Martínez,jugada en Buenos Aires 1 91 4 [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
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